lunes, 13 de febrero de 2012

EL ALMENDRO, EL REAL DECRETO DEL MINISTERIO DEL MEDIO AMBIENTE Y LA MALA HIERBA

Los no dependentistas, amantes de la máxima cota de autogestión, estamos de enhorabuena. Con el Real Decreto se reconoce que existe la imposición de una cultura del almendro, que desde Al Ándalus, desde tiempos remotos afloró en la Península Ibérica, manifestándose en los mazapanes de Toledo. Fruto de esa historia, con la expansión Atlántica, se introduce el cultivo en las Islas.

Nos preguntamos si, guiados por la justificación del Real Decreto, podemos incluir a todas las especies invasoras en el catalogo a extinguir, incluida la humana.

Desde el libro de Hitler, Mi Lucha, biblia del nacionalsocialismo, no teníamos en nuestras manos una guía tan racista, contraria a la evolución, a la linda mestura que gozamos el pueblo canario. De lo aborigen todo, de lo europeo todo, de América, nuestro corazón. Los canarios y canarias del siglo XXI queremos ser no dependentistas, incluso del Real Decreto. Seguiremos subiendo a Tejeda a comprar las bolas de chocolate con mazapán.

Señores del ministerio, el concepto Medio se refiere al hábitat donde se desarrolla la vida, no a cortar por la mitad y buscar lo puro. Ese puro con mala hierba que se fumaron para redactar el Real Decreto.

Hoy nos viene a la mente el poema de Nicolás Estévanez:

La patria es una peña,
la patria es una roca,
la patria es una fuente,
la patria es una senda y una choza.

Mi patria no es el mundo;
mi patria no es Europa;
mi patria es de un almendro
la dulce, fresca, inolvidable sombra. 


 Felipe Enrique Martín Santiago

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